Locombia

Los hechos que se consideran constructores de un proyecto de nación colombiana, recopilados por la historia oficial (lo que podríamos llamar el relato del prócer) son cuestionados en esta pieza de una manera divertida y refrescante, ofreciendo una visión que consigue ser a un mismo tiempo desafiante y estimulante. Su clave es el tratamiento de los hechos expuestos con un delicioso humor irónico y la exposición de los intereses que se pusieron en juego durante un breve periodo de nuestra temprana vida republicana. No obstante la brevedad temporal en cuanto a escala histórica de lo narrado, las ideas expuestas y los actos que las concretaron resultan cruciales para comprender la manera como se ha consolidado el ejercicio del poder en Colombia.

La acción parte de la orden dada a los pacientes de un pabellón siquiátrico de representar los hechos sucedidos el 20 de Julio de 1810, fecha considerada dentro de los anales oficiales como el momento en el cual se proclama la independencia de Colombia. Desde el inicio vemos cómo se configura un espacio propicio para el sinsentido, pero también se abre la posibilidad de subvertir el relato que se da por sentado; aquí radica el filón que se explota en el montaje y da cabida a una gran cantidad de recursos escénicos usados con ingenio y que resultan de gran efectividad comunicativa.

Así que los locos no se contentan simplemente con narrar en una enumeración cronológica los hechos que ocurrieron. Se exponen los antecedentes, los intereses particulares y las rutas de acción elegidas por los interesados en conformar el gobierno. El 20 de Julio no se observa como una manifestación del sentir popular, más bien se evidencia como una maniobra de los interesados en asumir una parte más activa (y ventajosa) dentro de la administración del poder.

Dado que también existen personas que quieren libertad e igualdad efectivas, el relato explora el desarrollo del enfrentamiento entre estas y aquellos mencionados anteriormente. Es mucha la sombra que cae sobre los grandes nombres que se registran como mártires de la patria.

El ritmo de la pieza no decae nunca, es más, rememora en cierto modo la manera como la información nos es suministrada por los medios masivos actuales. La contextualización de lo narrado dentro de nuestra situación contemporánea, mediante la apropiación de elementos que hacen parte de la cotidianidad, permite ver cómo los mecanismos usados para construir un aparato de poder no varían mucho a lo largo del tiempo, la coacción, la represión y la desinformación son muy útiles herramientas para quien desea mantener el usufructo del poder por el tiempo que le sea posible.

Al final quedan rondando en mi mente asuntos que me producen decepción y alegría; decepción por la manera como veo que algunos han decidido llegar a sacrificar las posibilidades ignotas de un mundo nuevo por conservar o mejorar un beneficio material; esperanza porque otros tantos han decidido vivir teniendo en mente la construcción de un mundo donde exista espacio para el desarrollo de las potencialidades de todas las personas.

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El colectivo Latonicalatero fue fundado en 1975. Está integrado por artistas de trayectoria, jóvenes universitarios y profesionales de diferentes áreas. En sus montajes se mezclan actores, títeres, vídeo y animación de objetos.

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