EL CUERPOESPÍN EN LA ESCENA – 2023 / Dirección general: Margarita Roa Vargas / Coordinación general: Vanessa Henríquez / Producción: Lina Herrera / Corrección de estilo: Andrea Alvarado / Desarrollo web: César Zapata / Diseño de piezas gráficas y realización de video: Laisvie Andrea Ochoa.
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Participar como productora en El cuerpoespín en la escena me ha permitido volver a ver obras de danza, teatro, artes vivas, performance o cualquiera de las vertientes que ahora proponen las artes escénicas. Fue una invitación a estar, a asistir a estos eventos rituales de catarsis, celebración, reflexión, revelación y todo aquello que tiene cabida en el acto de la creación. Asistí sin esperar abarcar toda la programación, sin la necesidad de verlo todo, sin el temor de perderme una cosa por haber elegido otra, sólo con la curiosidad por aquello que la revista se proponía cubrir semana a semana en esta temporada.
Este proyecto me propuso volver a leer sobre danza y artes vivas. Sucedió entonces el encuentro: la aparición de esa mirada sensible, las palabras agudas, las descripciones detalladas, críticas y poéticas de cada una de las nueve escritoras y escritores que asumieron la realización de textos para la temporada de El cuerpoespín en la escena, proyecto ganador de la Beca Estrategias Novedosas del Programa Distrital de Estímulos 2023. Durante tres meses, la revista publicó diecinueve artículos, cada uno con una forma particular de transitar y registrar las obras.
Estos textos me permitieron (nos permitieron) conocer, a través de la mirada del otro, las obras que no había visto, o identificar los detalles no percibidos de aquellas en las que sí estuve. La mirada del otro -tan generosa, en estos casos-, me proporcionó un cierto alivio, una apertura y una expansión del pensamiento.
Pero el encuentro, además, nos invitó a mirar de nuevo aquellos escenarios y plataformas donde convergen las artes escénicas que acontecen en Bogotá. En esta ocasión, la revista el cuerpoeSpín estableció alianzas con cuatro plataformas escénicas: El Festival Cortoscinéticos de Cortoscinesis, El Centro de Experimentación Coreográfica de Danza Común, la Maestría Interdisciplinar de Teatro y Artes Vivas de la Universidad Nacional y la coproducción Aura de la coreógrafa bogotana Natalia Orozco con el Teatro Julio Mario Santodomingo. Este cubrimiento nos permitió acercarnos no solo a las obras sobre las cuales se escribieron los textos, sino también a un repertorio muy amplio de danza, artes vivas y creaciones escénicas multidisciplinares.
De esta manera fue posible conocer las dinámicas propias de cada una de las plataformas, su visión, filosofía y especificidad, así como a los artistas a los que lograron convocar, las creaciones, de naturalezas tan diversas, que fueron presentadas en múltiples escenarios de la ciudad, y al público que acudió a cada uno de estos llamados. Un punto de encuentro que propició también una aproximación a los posibles lectores de esta revista, a descubrirlos y reconocerlos, y a los propios artistas en sus diversos roles: como productores, gestores culturales, maestros e intérpretes. Transitar un proyecto desde todas sus dimensiones es la oportunidad para apreciar las múltiples realidades y versiones de una misma idea.
Estas articulaciones fueron algunos de los hallazgos más afortunados de la propuesta, así como poder conocer los aportes que la revista realizó a través de cada una de estas alianzas. Que los festivales o espacios de investigación fueran relatados en un tiempo sincrónico a la realización de los mismos fue una apuesta cumplida por el equipo de la revista, que, además, logró alimentar los encuentros. Sucedió así con el Festival Cortoscinéticos, o con el Centro de Experimentación Coreográfica – CEC.
Las reseñas de los gestos realizados en el CEC han sido de gran importancia, han permitido a los participantes concretar ejercicios de reflexión en torno al proceso creativo, crear caminos propios para desarrollar su propia escritura y memoria del proceso. Publicarlo ha permitido extender la experiencia creativa con otros públicos y mediante otros medios, como es la escritura y la lectura de estos. Ha permitido vivir la experiencia en diferentes tiempos, como creadores, ejecutantes, escribientes y lectores. [Bellaluz Gutiérrez, directora de Danza Común y tutora de creación del CEC 2023].
Así mismo, cabe destacar lo sucedido en otros escenarios e procesos distritales, como Aura, la coproducción de la coreógrafa bogotana Natalia Orozco con el Teatro Julio Mario Santodomingo. Natalia reconoce (o conoce desde dentro) la potencia de este cruce entre investigación, movimiento y escritura. Lo conoce por haber sido una gestora muy activa de este tipo de espacios, y, al mismo tiempo, por su condición de creadora de movimiento.
Es muy emocionante tener siempre la posibilidad de escuchar otros ecos del proceso de la creación y creo que la revista el cuerpoeSpín, a lo largo de sus años, y a través de este artículo, en el caso nuestro, logra darle otra dimensión, una nueva vida a lo que ya pasó en el escenario. Uno lee la reseña y vuelve a aparecer la escena desde la escritura y la sensibilidad de una espectadora como Margarita, que no solamente se deja permear por lo que allí se dispone, sino que también se permite fabular nuevas cosas, y eso es maravilloso. La obra sigue haciéndose a través de la escritura. [Natalia Orozco].
Finalmente, es pertinente destacar la participación de la revista en la Maestría Interdisciplinar de Teatro y Artes Vivas de la Universidad Nacional, cuyas obras estaban enmarcadas en un contexto académico, pero que pudieron ser también visitadas desde otras orillas, a partir de miradas que se encontraban por fuera del contexto del programa.
Para el programa es importante que quede un archivo de lo que fue la experiencia, un registro sensible, desde un punto de vista diferente de los trabajos. Esto puede terminar siendo un material para un acercamiento de los estudiantes que vienen, o para quienes no pudieron ver los trabajos, o para quienes después quieran hacer parte del programa. Las reseñas le dan difusión y visibilidad a los gestos que se presentaron. Dan cuenta de la diversidad de propuestas desde un lugar que no es el interno del programa y de esta manera permiten también entender un poco a qué le llamamos las artes vivas, ser puente para las personas que todavía se sienten ajenas a esta concepción, a esta noción, para que puedan establecer algún tipo de comprensión y quizás sentirse atraídas por lo que se hace en el marco de la maestría. [Sofía Mejía, coordinadora de la Maestría de Teatro y Artes Vivas Universidad Nacional]
Además de crear y hacer posibles estas alianzas, El cuerpoeSpín en la escena fue un proyecto creado con el propósito de escribir y difundir nuevos artículos, de convocar escritores y dar cobertura a una programación multidisciplinar, haciendo uso de nuevos recursos, redes sociales y explorando los alcances del contenido digital. Una apuesta a la creación de piezas gráficas y audios con la lectura de fragmentos de las reseñas, una avanzada de la revista en otras plataformas de difusión.
De tal manera, el proyecto inició su difusión en Instagram, con imágenes y audios de fragmentos de las reseñas publicadas. Tres meses de publicaciones constantes que nos permitieron entender, junto con las creadoras y creadores de la revista, que la difusión y el movimiento en redes sociales no es como lo imaginamos al momento de elaborar el proyecto, sino que tiene unas lógicas que apenas hemos empezado a comprender.
En todo caso, ha sido un tiempo único, que ha dado lugar a una mirada distinta. En la intención de ampliar la difusión de la revista, hemos motivado la creación de textos, la lectura de fragmentos, el encuentro con la voz y la exploración de la imagen. Un experimento que le ha permitido a el cuerpoeSpín conocer diferentes maneras de recibir las obras, las creaciones, los textos, la danza y, así mismo, de pensar su alcance, sus motivaciones y deseos de perpetuarse en el tiempo.
A mí, particularmente, me correspondió compartir este tiempo con todas las personas que hicieron posible esta temporada: solo unos meses al interior de una revista que lleva 20 años creando relatos y testimonios, una plataforma que es ya una memoria social, que contiene gran parte de la historia de las artes escénicas y, sobre todo, de la danza en Bogotá. Una memoria en la que cada quien reconoce y celebra su sensibilidad, a través de sus palabras o de su lectura, y que de esta misma manera contribuye a perpetuar y enriquecer su contenido, al ser partícipe de esta colección incesante de múltiples voces.
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Escritura: David Gómez, Rodrigo Estrada, David Idrobo, Andrea Alvarado, Margarita Roa, Vanessa Henríquez, Ana María Valencia, María Cristina Méndez, Sofía Jaime Pacheco, José Morillo, Lina Herrera y Mónica Velásquez.
Plataformas aliadas: Festival Cortoscinéticos de Cortocinesis; Maestría Interdisciplinar de Teatro y Artes Vivas de la Universidad Nacional de Colombia; Centro de Experimentación Coreográfica de Danza Común; Proyecto Aura, coproducción de Natalia Orozco y el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo.
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