Baños Roma

Se siente el cuerpo y la memoria y el deseo de hacer sentido, de habitar esa tierra que es el teatro pero es también Ciudad Juárez. Con tacones rasgando el aserrín se crean las calles y es posible ver cómo una ciudad florece, se mata y se pulveriza, hasta quedar nada, hasta poder solamente oír el ladrido de un perro o una perra, o hasta simplemente poder oler un tabaco barato encendido.