CENTRO DE EXPERIMENTACIÓN COREOGRÁFICA 2023 – DANZA COMÚN / Memoria del proceso creativo / Performers: María Cristina Méndez, Adriana Guio, Cristina Juliana, María Fernanda Blanco, Julián Álvarez, Ricardo Villota, Sebastián Paredes, Yennyfer Pardo, Laura Gracia, Sofía Jaime, Valentina García, Mónica Velásquez, José Ignacio Morillo / Maestras invitadas: Paulina Avellaneda, Marcia Cabrera, Adriana Cubides / Tutores: Bellaluz Gutiérrez, Andrés Lagos, Rodrigo Estrada.
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Surge como consecuencia de varias preguntas: ¿cómo hacer que aparezca el cuerpo, el espacio?; ¿cómo el cuerpo se activa y se mueve en el tiempo, a qué ritmo?; ¿qué es el espacio?; ¿que motiva a moverse? Interrogantes estos que aparecen de los talleres previos dictados por los tutores del CEC, los cuales inquietan y profundizan sobre el estar presente al momento de crear e improvisar.
Considerando estas preguntas, la idea de iniciar con un círculo en el centro del tablado de Danza Común se manifiesta. Un círculo conformado por cinco cuerpos que recorren un carril imaginario en el que se desarrolla una estructura de movimientos que incorpora secuencias de brazos, cabeza y piernas. Después de avanzar en el sentido de las manecillas del reloj, se giran y avanzan en dirección contraria. Con un ¡jajaja! de unos de los bailarines que sale en dirección a una de las salidas, los demás se detienen. Luego de una pausa, caminan lentamente en diagonal, siguiendo con la mirada lo que ocurre en la puerta.
Esta imagen inicial, tras indagar sobre las preguntas antes descritas, se transforma y da lugar, como pauta de partida, a una línea conformada por cinco cuerpos que han salido desde diferentes lugares en los cuales se ha ubicado el público.
Un leve toque en el brazo realizado por la mujer de turbante amarillo, vértice, da origen al movimiento alrededor del cual comienzan a moverse los demás, con diferentes pautas de movimiento, como si fueran los planetas de un sistema. Se mueven en su libre albedrío siguiendo su órbita, entran al piso, salen del piso; salvo los momentos en que de manera fugaz interactúan, ya sea por un roce, una mirada, dejan modificar su estructura o dirección, así como su ritmo. El espacio se activa, amplificando sus límites, generando una sensación de vértigo.
Tras agotar los giros, en unos casos por el cansancio y la fatiga, en otros por la quietud, la mujer de cabello rojo grita, emite un ¡jaaa! y sale del círculo en dirección a una cristalina puerta, ubicada en una pared de vidrio.
Realizada una pausa y siguiendo la danza alrededor de la mujer del turbante amarillo, los demás comienzan con un ¡jajaja!, que se convierte en risa y carcajadas con diferente ritmo y volumen.
Por el agotamiento, baja la velocidad y volumen de las risas y carcajadas hasta llegar a la quietud.
Mientras la mujer de pelo rojo que ha salido danza afuera a lo largo de la pared de cristal, la mujer del turbante, la de sonora risa, la de delantal y el de camisa amarilla se desplazan, lenta, sinuosamente, en diagonal, siguiendo con su mirada la danza de afuera.
Construyendo el punto y el círculo
El movimiento es inminente, ¿acaso hay algo quieto? Todo está en constante transformación.
El CEC, a través de sus talleres, genera inquietudes sobre la conciencia del movimiento y el estado presente del ser en el tiempo, así como la activación del espacio y la relación con el entorno y sus elementos constitutivos. A partir de los estímulos que los cuerpos asumen como propios, tales como sonidos, voz, paisaje, objetos, pudiendo ser estos internos o externos, interactúan con el espacio y en un tiempo del cual son conscientes, en algún nivel.
Los tejidos que comienzan a darse son intrínsecos a cada uno de los participantes que lo integran.
Desde el primer momento que se ingresa al CEC, en Danza Común, esos universos cargados de historia, de memoria, se relacionan de manera diferente, hablando, escuchando, percibiendo, creando diferentes tipos de diálogos e interacciones que en algunos casos trascienden las paredes de Danza Común.
El reconocimiento de esos universos va permitiendo definir, en cada bailarín, pautas de movimiento e inquietudes con las cuáles se identifican. Otras se abandonan a lo largo de las semanas del CEC.
Cuando se fija una pauta que interesa, se comunica con esa pauta, permitiendo componer, espontáneamente, o con movimientos previamente establecidos.
Particularmente, la idea del círculo surgió un domingo en la mañana. Se fijó en esa ocasión la conformación de la imagen con los 5 cuerpos. Estos, con una pauta de movimiento giraban en el centro de la pista, uno tras otro, con y al contrario de las manecillas del reloj.
Realizada las observaciones en uno de los talleres por Bellaluz y Andres, se modificó, para dar paso a la idea de un sistema que gira en torno a un centro, como los planetas de un sistema. Esto permitió ampliar el uso del espacio y movilizarlo, generando una mayor dinámica.
Se consideró en este inicio el uso de ropa de diferentes colores, y se fijó, para terminar con los giros, un grito, tras del cual una de las bailarinas se debía dirigir a la puerta de vidrio; los demás seguirían alrededor del eje emitiendo un ¡jajaja! que se convertiría en risa y carcajadas. Poco a poco, irían bajando el ritmo, dando pie a un caminar lento, pausado, en diagonal, siguiendo con la mirada a la bailarina que en ese momento ya estaba afuera, tras los ventanales.
Danzando el círculo
La vibrante mirada de Mafe con turbante amarillo, el leve movimiento de sus labios al ritmo de su respiración, el ensanchamiento del torso buscando aprovechar cada bocanada de aire, los espejos al fondo reflejando los cerros orientales y el centro de la ciudad, la presencia intensa de cuerpos a la espalda, conformando una línea, la sensación de vacío del entorno, las miradas distante del público, el sonido del motor de los vehículos, del ruido de la calle, la música popular que llega del otro cuarto, conforman el inicio, mientras esperamos un pequeño roce para comenzar el giro.
Vamos alrededor de uno de los cuerpos, a diferente velocidad, ligero, pausado, lento, entrando y saliendo del piso. Se siente a Mafe, realizando movimientos lineales, girando en su eje. Por instantes, fugaces, las miradas se cruzan provocando una entrada al piso o un cambio de dirección.
El vértigo provocado por la velocidad deja un rastro de imágenes, como el halo de una cámara al ser disparada en movimiento. Ya con un ritmo tranquilo, sosegado, se percibe el vértice moviendo sus brazos en diferentes direcciones y alturas, sus manos y dedos proyectándose en el espacio y encontrándose con las mías, provocando cambios de ritmo y quietud.
Se percibe la mirada fugaz de Mónica y su cabello rojo, cambiando de nivel, encontrándose con la mía y llevándonos a un encuentro súbito que se pierde en la lejanía; la sonora y divertida sonrisa de Adriana se escucha intensa, e invita con su determinación a seguir su risa, sus pasos se escuchan sólidos, contundentes, alejándose en el tablado; como un haz en la periferia, corriendo en la distancia, Cris, con su delantal levantado al aire, con el fondo de los edificios y cerros orientales, se refleja en el tablado oscuro, agitada, veloz a ratos, ligera en otros.
El paisaje cambia al entrar y salir del piso, la vista se amplía al contemplar los otros cuerpos desde abajo, activando el techo del salón. Súbitamente, el cuerpo se detiene, una sensación de mareo, el latido del corazón se hace perceptible; comienza a aparecer el detalle del público, sus miradas, sus gestos y los objetos que hacen parte del lugar, mesas, techo, piso, plantas, espejo, montañas y edificios.
Con un sonoro repentino ¡jaaa!, Mónica sale del sistema y se dirige a los ventanales, los demás seguimos danzando alrededor. Súbitamente se escuchan otros ¡jaaas! que se van multiplicando, dando lugar a sonrisas y carcajadas que estimulan a seguirlas, en diferentes volúmenes y ritmos.
Tras el agotamiento, silencio y quietud, nos percibimos caminando lentamente con la mirada fija en los ventanales, observando un cuerpo moviéndose, ligera y frenéticamente. Miro sus espaldas, siento sus pisadas y observo la lentitud con que se van entrando al piso.
En ese transcurso percibo la respiración, la pisada serena, y la mirada cruzándose constantemente con la mujer del ventanal; las miradas del público expectantes. Finalmente me siento.
Creación colectiva
La experiencia adquirida en los talleres previos a la elaboración de las iniciativas de movimiento que individualmente se asumieron, en solos, duetos y tríos, permitieron un lenguaje sobre el cual se llegó a los acuerdos. La construcción y deconstrucción de acciones y uso de espacios no convencionales, tales como los corredores exteriores, así como la utilización de objetos como la escalera y la mesa, ampliaron las posibilidades de creación.
Hay elementos, formas que comienzan a destacarse, figurativamente o como metáfora: la circularidad al comienzo, lo que asemeja el sistema solar, el átomo, el movimiento de las galaxias; el agua y el impacto sensitivo sobre los cuerpos; las alturas, el aire, el vértigo que se evidencian al incorporar elementos como la escalera y la mesa; el sonido que se incorpora rompiendo y abarcando todo el espacio, el correr, emitir silbidos, voces al azar, el canto y la prosa que emerge alrededor de los cinco secretos.
Imágenes, figuras que comienzan a constituirse y a prevalecer de alguna manera a lo largo de la pieza, que de alguna manera se van conformando en el imaginario de cada bailarín.
El espacio se transforma, comenzando desde un punto central se expande, para luego moverse hacia el lado de la pared de cristal, creando un contraste entre los bailarines de adentro, que caminan lento, y el bailarín de afuera que danza a lo largo de la pared de vidrio.
En este proceso, la historia personal, la memoria del cuerpo, comienzan a hablar, a establecerse. La experiencia de aquello a lo que se ha dedicado el cuerpo del bailarín, bailar, hablar, pensar, pintar, se manifiestan en la creación.
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Este artículo ha sido escrito y publicado en el contexto del proyecto «el cuerpoeSpín en la escena 2023», con el apoyo de la Beca Estrategias Novedosas del Programa Distrital de Estímulos de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá.
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